Por: Andrés Aguiar Zuluaga, Dr
Profesor UPEL –IMPM,
Comunicador Social
La grave crisis humanitaria causada por el CORONAVIRUS nos lleva a instituir que somos una sociedad vulnerable e insostenible fundamentalmente en aquellas regiones con menos recursos financieros y deficientes servicios públicos entre ellos agua potable, salud y educación. Realidad que lleva a los gobiernos a la necesidad de implementar nuevas políticas públicas en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible, Agenda 2030, dirigidas a reducir las desigualdades sociales y económicas. Con el propósito de impulsar la sostenibilidad social que conduzca a un mayor acceso e igualdad social, al respeto por los derechos humanos y, a mejoras en materia de salud y educación.
En este contexto, la pandemia COVID-19, fue declarada por la Organización Mundial de Salud como una emergencia de salud pública. Situación que obligó a los gobernantes de distintos países a realizar gestiones de coordinación y cooperación para enfrentar el coronavirus en sus regiones. Todo esto nos indica que los gobiernos deben prestar mayor atención a la inversión en los sectores salud y educación entre otros, además de promover la investigación sobre salud pública y mejores presupuestos para la infraestructura hospitalaria y equipos médicos. A fin de garantizar óptimos servicios a la ciudadanía.
Finalmente, el COVID-19 nos demostró que somos una sociedad vulnerable e insostenible ante cualquier crisis sanitaria o fenómeno natural que se nos presente. Por consiguiente queda a los gobiernos tomar las previsiones económicas y políticas en función de responder de manera eficiente en contingencias futuras que puedan sobrevenir.
Premio Regional de Periodismo 2004.
20/03/2020
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